martes, 21 de septiembre de 2010

Explantes

Explantes
Los explantes son de diversa naturaleza, pueden ser porciones de tejido, células sueltas, protoplastos, esporas, granos de polen o semillas (Fossard 1999). El tipo de explante a usarse en los procesos de micropropagación depende de la especie con la que se esté trabajando y de los objetivos que se persigan. Explantes como los meristemos apicales y las yemas axilares son genéticamente muy estables, este tipo de explantes sirve para reproducir múltiples clones de una forma o variedad con características especiales que se desea mantener en el cultivo. Otros explantes como las yemas adventicias son mas bien genéticamente inestables y producen un alto grado de variabilidad en los clones, este procedimiento no es útil para la producción de plántulas con una determinada característica de cultivo, pero si lo es para el fitomejoramiento, ya que mediante esta variación semi–natural, es posible obtener nuevas líneas de cultivo.
Una vez que se ha obtenido el explante, este debe ser correctamente desinfectado para evitar la proliferación de contaminantes biológicos (bacterias, hongos y levaduras principalmente) en el medio, los cuales afectan el crecimiento y desarrollo del explante (Fontúrbel 2001) y compiten con el mismo deteriorándolo y haciéndolo inservible para cultivo (Kyte & Kleyn 1996).

Los explantes desinfectados son trasladados a una cámara de flujo laminar (con aire filtrado, libre de microorganismos) donde se realizará la transferencia a un medio de cultivo apropiado (Kyte & Kleyn 1996) al tipo de especie y las necesidades del cultivo. Una vez que el explante está en el medio, se sella el rasco de cultivo y se traslada a una cámara de crecimiento con condiciones de humedad, temperatura y fotoperiodo controladas para su desarrollo.

Una vez que los explantes –luego de algunas semanas en la cámara de crecimiento– han desarrollado algunas raíces y hojas, es el momento de realizar el traspaso al invernadero. Este es uno de los pasos más difíciles de la técnica, ya que los explantes in vitro se encuentran en condiciones ambientales muy diferentes y se alimentan de manera heterotrófica (del medio de cultivo) y el estrés de adaptación a las condiciones de vivero es muy fuerte (Kyte & Kleyn 1996, Fossard 1999). Un porcentaje de las plántulas clonadas in vitro no sobrevive al invernadero, pero la parte que si sobrevive crece –ya en condiciones normales– y al cabo de una semanas está lista para ser trasladada al campo de cultivo.



Explantes regenerados




El cultivo
de meristemas se utiliza en muchas especies para la erradicación de virus y restaurar la sanidad de los materiales para la
producción. La termo y la quimioterapia son técnicas que solas o en combinación con el cultivo de meristemas también
se utilizan para este fin. El objetivo del presente estudio fue establecer una metodología que permitiera la regeneración
de plantas a partir del cultivo de meristemas de chayote y evaluarla como medio para la limpieza del virus del mosaico
del chayote en plantas infectadas. Para estas pruebas se utilizaron dos tamaños de explante y se evaluó el efecto de varios
reguladores de crecimiento adicionados al medio de cultivo Murashigue y Skoog sobre la formación de plántulas. En los
clones evaluados, la adición de 0,10 mg L
tipos de explantes utilizados. La termo y quimioterapia aplicadas a vitroplantas y meristemas, respectivamente, afectaron
negativamente el desarrollo de los explantes y no permitieron su regeneración. Con la incubación de brotes de chayote
en Ribavirina (virazol) se logró la erradicación del virus, pero las plántulas regeneradas mostraron poco crecimiento,
amarillamiento y poco o ningún desarrollo de raíces.
-1 de BA promovió el mayor porcentaje de regeneración de plántulas en los dos

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